Este es un sistema de ventilación mecánico que opera a través de extractores o aireadores los cuales funcionan con la energía del viento, en el exterior de la cubierta, aprovechando el diferencial de temperaturas externa e interna al edificio.
Al colocar un determinado número de extractores eólicos sobre el techo de un inmueble, se genera un proceso continuo de circulación de aire. El aire más caliente, que en condiciones normales se acumula en la parte superior del interior de la edificación, es succionado por los extractores (los cuales son impulsados por el viento exterior) y desplazándolo hacia afuera. Este vacío es compensado naturalmente por la entrada de aire fresco en la parte inferior del edificio a través de ventanas, puertas, portones, rejillas de ventilación, etc.
Este proceso permanente de circulación de aire permite mejorar las condiciones de habitabilidad del edificio eliminando no solo el calor excesivo sino también la humedad, los olores, vapores, humos y demás elementos perjudiciales que puedan estar contenidos en el ambiente del edificio dependiendo de su uso.
La velocidad de este proceso de circulación está dada por el caudal de aire viciado que es desplazado de la edificación y reemplazado por aire fresco en un cierto período de tiempo. Así se da lugar al término “cantidad de renovaciones por hora” que no es otra cosa que el número de veces que el volumen de aire contenido en el interior de la edificación es reemplazado en una hora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario